miércoles, 25 de diciembre de 2013

Apliquémonos la fábula del erizo. ¡Felices Fiestas!

La Navidad es la época del año en la que más choque de emociones encontramos. Son momentos de felicidad al reunirnos con nuestros seres queridos; de tristeza al recordar a quienes se fueron; de solidaridad ante problemas sociales; de rechazo al vernos comprometidos a compartir mesa con quienes no nos apetece… son momentos en los que llevamos nuestros sentimientos al límite.

La sociedad, la publicidad, la televisión nos obligan a ser felices y a estar alegres en Navidad. Dejando a parte el consumismo al que no por necesidad, pero sí por tradición nos vemos abocados, nos enfrentamos anualmente a días muy anhelados para unos y poco esperados para otros. Todo es respetable; todos debemos tener cabida y decidir si activamos el espíritu navideño que de niños nos inculcaron o, si por el contrario, preferimos vivir esta época como si de cualquier otra se tratara.

Lo que sí que debemos intentar hacer todos es gestionar correctamente nuestras emociones. Para ello es necesario aceptar la situación en la que nos encontremos intentando sacar el mayor positivismo a la misma y aprovechando y disfrutando de los pequeños momentos y detalles.

Problemas tenemos todos y al igual que las alegrías, las tristezas nos van a estar acompañando durante toda nuestra vida. Del mismo modo a nuestro alrededor vamos a encontrarnos con personas positivas y, por supuesto, con personas tóxicas. Estaremos con nuevos miembros en la familia y echaremos de menos a los que ya no están. De cada uno depende relativizar nuestros problemas, acercarnos más a quienes transmitan optimismo y elegir los buenos momentos de quienes se fueron como recuerdo presente.

Y sobre todo, intentemos no hacer leña del árbol caído, fomentemos el respeto y no entremos en discusiones innecesarias que sólo nos van a llevar a enriquecer y alimentar el espectáculo de quienes nos observan. Tratemos de empatizar con quienes tenemos a nuestro lado, tratemos de escucharles, tratemos de apartar nuestros prejuicios... 

Tratemos de valorar la parte positiva de compartir con las personas estos días a pesar de que haya de por medio alguna espina. 

LA FÁBULA DEL ERIZO  

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.
Los erizos dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.

Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación les ocasionaba, ya que lo más importante era el calor del otro.
Fue así como pudieron sobrevivir.



Moraleja de la historia:

La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.








Os deseo unas Felices Fiestas!!


viernes, 20 de diciembre de 2013

Invertir en formación es una necesidad

En artículos anteriores ya he aludido a la capacidad de autoformación que prácticamente todos tenemos a nuestro alcance gracias a la revolución y evolución de las TIC. Hoy en día podemos encontrar prácticamente cualquier información a través de la red. Si me ha llegado un producto nuevo que tengo que vender, pero del que la empresa no me ha dado la formación pertinente; si necesito nociones básicas de un idioma para comunicarme con mis clientes; si requiero de conocimientos ofimáticos para realizar informes que me solicita mi responsable; sea cual sea mi necesidad es muy probable que a través de Internet pueda encontrar la información o el curso más adecuado para satisfacer mi gap formativo.

Esta facilidad de acceso que todos los empleados tenemos ahora debe ser complementaria a la formación tradicional que las empresas han impartido tiempo atrás. Los directivos no pueden caer en el error de pensar que la capacidad de autoformación por parte de sus empleados puede llegar a suplir la formación que la organización tiene capacidad, y en ocasiones hasta obligación, de impartir a su personal.



La empresa no puede vivir en aquel pensamiento antiguo en el cual la (in)formación debe quedar en los altos estandartes de la escala jerárquica. Aquello de “quien tiene la información tiene el poder” ya no es tan cierto en un mundo como el actual, porque prácticamente cualquier persona puede tener acceso a ella. Lo verdaderamente importante es saber utilizar esta información, y para saber utilizarla se debe tener las habilidades necesarias que no te las da el poder que te otorga el cargo que ocupes, sino la formación que hayas recibido a tal efecto.

Es necesario que la empresa entendida como un todo reúna la suma de cada uno de sus empleados, quienes deben ser los más talentosos que existan en la población activa de su sector. Para ello se debe apostar por la inversión en dicho talento; se debe invertir en una formación útil y necesaria que haga además de los nuestros los más competitivos y que les haga sentirse valorados por la empresa al ver que ésta apuesta por ellos y vela por la mejora de su potencial.

La formación no debería llevarse a cabo como respuesta a la queja de un cliente, a unos malos resultados globales o a la detección de un mal clima laboral, por ejemplo. La formación debe actuar proactivamente, adelantándose y previniendo los posibles problemas que pudieran afectarnos en un futuro como empresa. Porque mediante la formación se aprenden nuevos contenidos, se corrigen malos hábitos, se previenen accidentes, aumenta la competitividad… ¿necesitamos más argumentos para afirmar que la formación es una necesidad y no una opción?

“Sólo hay algo más caro que formar a las personas y que se marchen; 
no formarles y que se queden”

martes, 10 de diciembre de 2013

La marca "Mandela"

Se nos fue un líder, pero sólo en cuerpo. Nelson Rolihlahla Mandela ha sido y será una de las marcas personales con mayor prestigio. La congruencia que siempre logró entre sus objetivos, sus valores y sus actos fue la clave que le permitió al Premio Nobel de la Paz posicionar su marca hasta el nivel óptimo que asegure su permanencia a lo largo del tiempo.

Hoy dedico este artículo a Nelson Mandela por dos razones. La primera, por ser ejemplo claro de esfuerzo, constancia y coherencia a la hora de crear, mantener y potenciar su marca personal. Y la segunda por haberme emocionado tras comprobar, apenas hace unos días mientras leía en Internet sobre su biografía, que muchos de sus pensamientos están relacionados con mis reflexiones personales que plasmo en este Blog.

El porqué de la marca personal de Mandela no se puede explicar mejor que mediante esa coherencia entre sus mensajes y sus actos. Es por ello que con sus frases y sus pensamientos, que relaciono a continuación con algunos de mis artículos (a los que puedes acceder con un click sobre cada enlace en color rojo), hago evidente el prestigio de la marca personal del ex Presidente surafricano.

  1. Delegación de tareas y Asertividad: dos habilidades que minimizarán tu estrés
“Liderar desde atrás. Fíjate (le decía a Richard Stengel, autor del libro ‘El legado de Mandela’), cuando quieres que el ganado eche a andar en una determinada dirección, te colocas en la parte de atrás con un palo, y luego haces que los animales más inteligentes vayan al frente para que marchen en la dirección deseada. El resto del ganado sigue a las reses más enérgicas que van delante, pero en realidad eres tú quien las guía desde atrás. Es así como un líder debe hacer su trabajo”

“Saber cuándo decir no. Stengel afirmaba en el mismo libro que Nelson Mandela no es un hombre de ‘quizá’ o ‘tal vez’. Puede quedarse en silencio. Puede ser evasivo. En ocasiones retrasará y pospondrá y procurará evitarle. Pero al final, no te dirá lo que quieres oír sólo porque quieras oírlo”… “…se le da muy bien decir no. Cuando sabe que la respuesta es no, lo dice. Sabe que no decir ‘no’ ahora puede luego ser aún más difícil…”

  1. Dale sentido a tu vida
“Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”

  1. Hablemos del compañerismo. ¡Feliz Navidad!
“Piensa bien de los demás. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente tiene que aprender a odiar y si pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar. El amor llega de forma más natural al corazón humano que su contrario”

  1. La empatía en el trabajo
“Conoce a tu enemigo. Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él. Entonces se vuelve tu compañero”

  1. Todo esfuerzo tiene su recompensa
“Es un juego largo. Todo parece imposible hasta que se hace. Los 27 años en la cárcel me enseñaron a ver las cosas en perspectiva y a saber que el futuro se construye con pasos diarios”

“Después de escalar una gran colina uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar”


 

  1. La importancia del cómo comunicamos
“Si hablas con un hombre en un idioma que comprende, el mensaje le llega a su cabeza. Si le hablas con su idioma materno, el lenguaje llega a su corazón”

  1. “Ho portem dins”: una lección de motivación
“La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”

  1. Educar paraun mundo mejor
“La Educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”

“Podemos cambiar el mundo y hacer que sea un mundo mejor. Está en tu mano hacerlo realidad”

  1. Un viaje alautoconocimiento
“Tuve varios maestros, pero el más influyente fue la cárcel. Ahí tuve tiempo de estudiarme a mí mismo y a los demás”

“No hay nada como volver a un lugar que se mantiene sin cambios para encontrar las maneras en que tú has cambiado” 

  1. El “branding”que te diferencia
“Ten un principio esencial. Todo lo demás son estrategias” Los resultados son importantes, pero lo que hagas para conseguirlos no debe comprometer ese principio esencial”

“Busca tu propio huerto”

Y este fue Nelson Mandela, galardonado con 50 doctorados honoris causa y recordado como símbolo de libertad y conciliación. Mandela seguirá presente en nuestra historia y cada 18 de julio será recordado con nombre propio en su Día Internacional por la paz, la democracia y la libertad que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2009 como reconocimiento al ex Presidente de Sudáfrica.