martes, 26 de febrero de 2013

El "Modelo 3F" en Recursos Humanos


¿Alguna vez has sentido que el trabajo que realizas cae en saco roto? ¿Has echado de menos alguna valoración por parte de algún responsable?

Hoy hablaremos de lo que me he permitido el lujo de llamar “Modelo 3F”.

De la primera de estas “F” habremos oído hablar muchas veces, es la famosa retroalimentación o “Feedback”, entendido como la percepción que tienen los otros de nuestro desempeño profesional. Es la respuesta o valoración que me hacen llegar sobre el resultado de la tarea que me encomendaron. El feedback debe servirnos para corregir, mejorar o simplemente para informar del buen desempeño de una tarea o trabajo. Podrá ser, por lo tanto, una respuesta reforzadora o correctora, en cuyo caso deberá ser constructiva y plantearse como guía para que la próxima vez el trabajo salga mejor.

Teniendo en cuenta que esta valoración puede ser delicada y, partiendo de que su finalidad es la de reforzar o mejorar conductas, la forma de tratarla por parte del emisor debe ser desde la cordialidad, manteniendo un tacto en la descripción y en el cómo decir las cosas para que sienten mejor. Es aquí cuando aparece la segunda de las “F”, aquella que siempre deberemos tener en cuenta: el “Feelback”, entendido como el sentimiento o emoción que le ponemos al feedback. La empatía, las habilidades sociales, la intuición, la prudencia, el sentido del humor, la humildad y el autocontrol serán buenos aliados para que la combinación feedback+feelback surja efectiva.

Estaremos de acuerdo en que escuchar críticas o valoraciones de los otros sobre nuestro trabajo no suele gustar. A las personas no nos gusta, a priori, que nos evalúen, pero la verdad es que tampoco nos gusta pensar que la ausencia de un feedback signifique que nuestro esfuerzo puesto en la actividad desempeñada haya pasado inadvertido. Los trabajadores necesitamos puntos de referencia para saber si las cosas las estamos haciendo bien o las estamos haciendo mal. En esta línea, sólo mandaros un mensaje: “queridos y queridas líderes, dar una respuesta cordial a tus colaboradores sobre el desempeño profesional es gratis, no supone un coste económico a la empresa y, en cambio, no hacerlo puede suponer un importante coste emocional y por tanto productivo”. Etiqueto aquí la tercera de las “F”, que se relaciona con esta idea de gratuidad. Es el “Freeback”.



 La fórmula del Modelo 3F:

                                                                                  Implicamos a nuestro personal       
Feed (alimentar)                                                       Mejoramos la comunicación
Feel (sentimiento)      +      back (de vuelta)     =     Damos sentido al trabajo realizado
Free (gratis)                                                              Corregimos malos hábitos
                                                                                  Reforzamos el talento
                                                                                  Obtenemos mejores resultados     

lunes, 18 de febrero de 2013

Dale sentido a tu vida


Al igual que todos tú estás aquí porque conseguiste ser el vencedor de la carrera más importante de tu vida: la carrera hacia la fecundación.

Desde ese momento comenzó una nueva carrera, esta vez mucho más larga (9 meses para ser exactos), en la que te enfrentaste a un montón de obstáculos y adversidades que también fuiste capaz de esquivar acertadamente, hasta que un día cruzaste la meta. Fue el día de tu nacimiento.

Y ahí, ese día que cada año celebras, iniciaste la carrera más larga: la carrera de tu vida. Esta carrera llena de senderos, pero también llena de bosquejos frondosos y oscuros a los que vas haciendo frente con más o menos energía, fuerza, valor, coraje, ganas, entusiasmo y valentía, pero independientemente de que sean más o de que sean menos, lo indiscutible es que estas emociones ahí están porque de lo contrario serías tú quien no estarías aquí.

La vida está llena de incertidumbres, pero éstas son parte de esos muchos obstáculos que te encuentras. Y ante las incertidumbres las personas solemos responder con temor. A estas alturas ya no debes sentir miedo; ya estás curado de espanto y el miedo sólo te va a hacer flaquear tus fuerzas. El miedo es una emoción que sólo existe dentro de ti, por lo que del mismo modo que tú lo creas también puedes destruirlo. Creo que un buen sustituto del miedo tiene que ser el respeto, éste sí que no deberías perderlo nunca porque es el que te ayuda a ser precavido, a no ser inconsciente con lo que haces y a facilitarte la toma de decisiones cuando un obstáculo se te presenta en tu camino.

A lo largo de la vida te vas dando cuenta de que el miedo no te deja avanzar hacia los objetivos que te marcas. La gestión de esta emoción te permitirá encontrarle sentido a ese avance para conseguir llegar a las metas propuestas. El darle sentido a la vida y a lo que haces te inyecta una gran aliada en esta carrera, la motivación, con la cuál llegarás sin problemas al lugar que te hayas propuesto.

Viktor Frankl, psiquiatra judío y autor de "El hombre en busca de sentido", pasó parte de la II Guerra Mundial recluido en campos de exterminio nazis, entre ellos el de Auschwitz. En su obra, escrita desde la perspectiva de un psiquiatra observando el comportamiento humano en estado de deshumanización y sufrimiento, describe cómo no sobrevivieron aquellos que tenían miedo, sino aquellos que supieron encontrarle un sentido a la vida: “tengo que seguir adelante por mi familia”; “cuando salga de aquí tengo que escribir un libro”; “si yo me muero quién va a cuidar de este perro”… cada persona tenía su razón, su motivo, para seguir luchando y es ahí donde está la clave del éxito en la carrera de la vida: la motivación como motor versus el miedo como freno. Hoy justo se cumple una semana que estuve visitando Auschwitz y os puedo asegurar que salí de allí con muchas emociones, pero sin duda una de ellas es la que me lleva a pensar en la lucha incondicional de todas aquellas personas que fueron capaces de sobrevivir a ese lugar de exterminio.

En este punto sólo me queda decir, una vez más, que las emociones son internas y primeramente gestionables por nosotros. Teniendo claro esto, siempre te va a ser más fácil poner los límites a esas emociones negativas que se te escapan de las manos y no te permiten avanzar. 

Estuve pensando en qué foto poner en este post y no me acababa de convencer la idea de adjuntar una cara de pánico ni una foto de Auschwitz. Creo que darle humor a este artículo es un buen cierre, por lo que te pondré el inicio de una de mis películas favoritas durante mi infancia: "Mira quién habla"; deseándote que sigas corriendo con esa vitalidad por los caminos de tu vida.



miércoles, 13 de febrero de 2013

A mal tiempo buena cara


Qué fácil decirlo, ¿verdad? Pero es cierto, los efectos negativos de una crisis en el estado de ánimo de las personas sólo se pueden aliviar con optimismo y pensamientos positivos.

A veces entramos en esa dinámica en la que nos llueve sobre mojado, en la que habiendo tenido mala suerte en algo resulta que no te has recuperado de ello y ya te está llegando otra noticia desagradable. Aquello de cuando parece que ya te estás levantando del primer tropiezo, viene alguien por detrás y te vuelve a empujar. En fin, ¡qué os voy a contar que no sepáis!. Pero intentemos pensar un poco más allá y tener muy claro algo y es que si no haces el intento de levantarte una, dos, tres, y las veces que haga falta, ya no te mueves del suelo y estando ahí seguro que cosas buenas no van a llegar.

Pensar positivamente es muy difícil, se trata de un duro trabajo interno que las personas debemos hacer para dar sentido a lo que nos ocurre y ver, en definitiva, la crisis como una posibilidad de regeneración hacia algo mejor. Pero para eso hay que empezar por ponerse pequeñas rutinas diarias, con unas metas fáciles de alcanzar y que sean precursoras de objetivos a medio y largo plazo.

Tenemos claro que los jóvenes vamos a tener un futuro “peor” que el de nuestros padres. Si a duras penas llegamos a pagar una hipoteca ya ni nos planteamos el tener una segunda residencia, por ejemplo. Pero eso tampoco quiere decir que tengamos que ser menos felices, porque quizás ese empeoramiento sea sólo material y, en cambio, ganemos en otros aspectos más intangibles como son las relaciones sociales, las mayores posibilidades para viajar, para crear, aprender, compartir… en definitiva, quizás tengamos unas vidas más humanas.

Siempre hemos dicho o escuchado aquello de “el dinero no da la felicidad” y creo que es cierto, pero la verdad es que el dinero ayuda a ser más felices. No me atrevería a decir hoy en día esa frase a familias que lo están perdiendo todo, a personas que están siendo desahuciadas, a aquellos que están pidiendo limosna porque no tienen comida que llevar a la boca… porque de ellos tenemos mucho que aprender, ya que si son capaces de tener un motivo para seguir luchando no tenemos excusa los que estamos un poco mejor para no hacerlo.

El dinero no podremos conseguirlo fácilmente, el tiempo no espera por nadie, las injusticias sociales no van a desaparecer tan rápidamente como quisiéramos, el trabajo es hoy en día muy escaso y temporal… pero la sonrisa y el pensamiento positivo sí depende directamente de nosotros y sólo nosotros podemos controlarlo. Por eso te invito a que durante ese camino de pequeñas metas que vas a proponerte vayas regalando pensamientos positivos a los demás, les regales una sonrisa, un abrazo, una mirada, una conversación… y seguro que a cambio estarás recibiendo lo mismo.


lunes, 4 de febrero de 2013

El "briefing" como herramienta de comunicación


La palabra briefing es una palabra inglesa que se adopta del lenguaje militar, con la que se referían al informe o a la información que se daba ante una operación de combate.

Hoy en día el briefing, como muchos otros anglicismos, se ha acogido en el lenguaje empresarial para referirse a la acción informativa, bien sea por escrito (informe) o bien presencial (reunión), en la que se dan instrucciones de forma rápida para abordar un proyecto, una tarea o para organizar el propio día de trabajo.

El briefing es por tanto una acción estratégica clave para que los empleados conozcan las respuestas a los siguientes interrogantes:
  •          ¿Qué?: datos relevantes acontecidos en el corto plazo, incidencias que haya que resolver, objetivos inmediatos que se pretenden alcanzar, etc.
  •          ¿Cómo?: información sobre las tareas y acciones que se van a realizar para llegar a los objetivos planteados.
  •          ¿Quién?: organización y reparto de dichas tareas entre los responsables de ejecutarlas.
  •          ¿Cuándo?: plazo que nos ponemos para llegar a los objetivos marcados.
  •          ¿Dónde?: si es necesario, el lugar en el que se van a llevar a cabo las acciones.
  •          ¿Para qué?: darle sentido al resultado esperado una vez ejecutadas las consignas.

Hasta aquí el briefing no deja de ser una acción informativa más de la que probablemente alguna vez todos habremos sido partícipes. Pero centrémonos ahora en el briefing presencial, que particularmente creo que es mucho más efectivo por las razones que a continuación voy a explicar. Démosle una vuelta más a esta herramienta y veámosla como una potente herramienta de comunicación interna en cuanto que va a permitir la colaboración, la implicación y el compromiso de todos y cada uno de los involucrados, siempre y cuando la reunión se realice correctamente desde una perspectiva de escucha y facilitando la participación en la toma de decisiones por parte de todos.

El briefing puede realizarse en cualquier momento, incluso a diario, con una duración de no más de 15 minutos, puesto que debe centrarse sólo en lo que es realmente importante y urgente. Es necesaria la presencia de todos los participantes del proyecto o trabajo, ya que así aumentará la percepción de equipo y se evitarán distorsiones en los flujos de comunicación al escuchar todos un mismo mensaje.

Del mismo modo que el briefing es una acción estratégica de la empresa, tanto a nivel comunicativo como operativo, no debemos olvidar nunca que puede ser un fracaso mayúsculo si desde un principio está mal enfocado, puesto que todo lo que de él se derive estará afectando a la productividad y, por lo tanto, a los beneficios empresariales.

He aquí la imagen de una de esas sesiones de briefing, que gracias a su buena gestión hizo que el Barça llegara a lo más alto del Olimpo futbolístico.