martes, 28 de enero de 2014

8 pautas para diseñar tu Marca Personal

He escrito en varias ocasiones sobre la Marca Personal, desde la parte más conceptual y teórica hasta su ejemplificación en personalidades tan conocidas por todos como son el Papa Francisco, Leo Messi y Nelson Mandela. Y de la marca personal se tendrá que seguir hablando porque, a pesar de ser algo que siempre ha existido como esencia del individuo, es ahora cuando el personal branding está ganando renombre y con ello nuevos modelos para trabajarlo y ponerlo en la práctica personal y profesional.

Quiero plasmar hoy en este artículo unas pautas que te ayuden a diseñar tu marca personal. Podríamos proponer multitud de recetas para crearla, potenciarla y mantenerla, pero en definitiva los ingredientes de base serán siempre los mismos.

1. Respóndete a la pregunta ¿Quién soy?
    • Tus habilidades (formación, experiencia profesional)
    • Tus pasiones (hobbies)
    • Tus aptitudes
    • Tus motivaciones

2. Pregúntales a los demás para responder a la pregunta ¿Cómo eres percibido?
    • A tu familia
    • A tus amigos
    • En tu trabajo (compañeros, superiores, clientes)
    • En la red (LinkedIN, Twitter, Blogs, búscate en Google)

3. Define a dónde quieres llegar y respóndete ¿Cuál es tu meta?
    • Venta de un producto o servicio
    • Encontrar un empleo acorde a tus expectativas
    • Darte a conocer en un determinado sector
    • Mejorar tus relaciones interpersonales

4. Piensa en ¿Cómo lo vas a comunicar?
    • Identifica tu mercado, tu audiencia, con la que podrás conseguir la meta
    • Identifica tu estilo de comunicación (escrita, oral, multimedia…)

5. Crea tu marca ¿Cómo te van a visualizar?
    • Un eslogan que sea fácil de recordar
    • Una imagen que llegue más por la vía de las emociones
    • Una narración con palabras que te representen e identifiquen fácilmente
    • Un speech personalizado (quizás con un toque autobiográfico)

6. Sumérgete en el mundo de los contactos ¿Ya conoces tus redes online y offline?
    • Haz publicaciones en las que recibir comentarios y contestarlos
    • Date de alta en social media donde compartir contenidos y retener ideas
    • Sigue a personas que tengan un perfil similar al tuyo
    • Interactúa con los contactos de manera continua
    • Acude a eventos y conferencias en las que practicar networking

7. Crea contenido original y aunque pienses que otros se te adelantaron siempre puedes añadirle tu toque personal que lo hará diferente y le dará sentido a tu marca personal.
    • Procura que el contenido sea útil para tus seguidores
    • Actualiza el contenido con cierta frecuencia (encuentra el punto medio)
    • Aunque tu fuerte sea un estilo de comunicación concreto, utiliza varios
    • Lee, investiga, pregunta, documéntate de noticias y novedades

8. Escucha y contesta
    • Escucha lo que te dicen de ti o lo que se dice de ti
    • Aprende de las críticas e intenta mejorar esos aspectos si es necesario
    • Interactúa con tu audiencia contestándoles y agradeciéndoles

Y finalmente reorienta tu marca personal si lo consideras oportuno. Si consideras que la receta necesita más de un ingrediente o menos de otro, hazlo. Del mismo modo, si consideras que tienes añadir nuevos, innova.

Procura que tu plato sea similar, pero nunca idéntico al de nadie, hazlo exclusivo y hazlo con mimo y con cariño, sin prisas. La paciencia y la constancia son necesarias para obtener los resultados esperados.


martes, 21 de enero de 2014

Las NTIC en la política y en la empresa

En mi gusto por el uso de la metáfora hoy voy a explicar, mediante una crítica a los sistemas políticos que nos gobiernan, lo que ocurre en muchas empresas que se duermen en los laureles a la hora de hacer uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC).

En artículos anteriores hablé sobre los beneficios que para las empresas representa a todos sus niveles (humano, competitivo, comunicativo…) el uso de las nuevas tecnologías. Innegable es que desde hace ya un tiempo viene siendo necesario un cambio de paradigma a todos los niveles: económico, social, doméstico, profesional, empresarial, educacional, político…

Ya en ningún contexto vale lo que hasta ahora valía y quien se resista a aceptar esto sólo hace que aletargarse y encaminarse hacia una situación que le obligará más pronto que tarde a ponerse al ritmo de quienes ya están en la labor de aceptar la realidad y trabajar en pro de la misma.

Entrando en el marco político, es ahora cuando me atrevo a afirmar que la resistencia al cambio de nuestros políticos es la que está produciendo toda la situación por la que los ciudadanos estamos pasando (sentimiento de no ser escuchados, frustración, propagación de conductas antisistema, victimismo derivado de los fraudes y corrupciones que se descubren…). 

Hoy en día se requieren Gobiernos más abiertos y para ello es fundamental que estos escuchen a quienes lideran. Los tiempos han cambiado y, mientras que antes sólo escuchaban a los ciudadanos en momentos electorales (si es que había elecciones), en manifestaciones o a través de pintadas anónimas en los muros de las calles, ahora lo pueden hacer en cualquier momento a través de las redes sociales, las cuales están en permanente funcionamiento las 24 horas del día todos los días del año y con capacidad de alcance y difusión a cualquier rincón del planeta en cuestión de segundos.

La comunicación se facilita, deja de ser unidireccional e incluso bidireccional para convertirse en una comunicación en todas las direcciones, una comunicación en red. Entre otras redes sociales tenemos Twitter, un vivo y fiel termómetro a tiempo real de las opiniones de todo un colectivo, que tanto puede estar focalizado en un barrio determinado como puede estar formado por personas y opiniones procedentes de todos los países del mundo. Ahora con pocas palabras (140 caracteres máximo) se puede decir mucho. 


Los movimientos de masas en red son más difíciles de silenciar, tienen mayor difusión, son mucho más rápidos y tienen menos coste. Si mayoritariamente el uso de las redes sociales hoy en día sirven para criticar y maldecir a nuestros Gobiernos (no se merecen menos), también podrían serviles a ellos para intentar lidiar constructivamente con la opinión, escucharnos, actuar más en consonancia (no digo al 100% porque nunca llueve a gusto de todos) y poder trabajar todos juntos para que se mejore y se evolucione y no para que se involucione, que es lo que llevamos haciendo desde hace unos cuantos años.

Hasta ahora habremos tolerado a políticos sin conocimiento de idiomas, sin conocimientos informáticos e incluso sin culturilla general, pero no podemos tolerar políticos que rehúyan de las nuevas tecnologías. Si no las utilizan haciendo además un buen uso de las mismas no es porque no pueden; simplemente no quieren.

Por mi parte dicho queda. Veía necesario un vómito de reflexión basado en la reticencia empresarial al uso de las NTIC, utilizando esta vez una metáfora en la que cambiando los términos “política” por “empresa” y “ciudadanos” por “empleados” llegaremos a entender el perjuicio que la resistencia al cambio nos supone a todos.

Cambiar una sociedad es relativamente fácil; 
lo que es difícil es cambiarnos a nosotros’ 
(Nelson Mandela)


martes, 7 de enero de 2014

14 hábitos para ser más feliz durante el 2014

Si justo hace un año escribía una entrada con 12+1 pensamientos positivos para el año que ya dejamos, en esta ocasión voy a dar un paso más convirtiendo los pensamientos en acciones. Te presento a continuación los 14 hábitos que me van a permitir ser más feliz durante el 2014. ¿Te apuntas conmigo a ponerlos en práctica?

  1. Me voy a querer un poco más. Para ello valoraré mis cualidades y lucharé por conocer y mejorar mis áreas de mejora. Pienso premiarme y autoregalarme cosas o momentos cada vez que lo considere oportuno.
  2. Perdonaré. Tomaré nota de lo ocurrido, lo reflexionaré e intentaré en la medida de lo posible perdonar a quien me haya fallado. De todos modos, para evitar estos inconvenientes, voy a empezar por alejarme de las personas tóxicas que me rodean.
  3. Me marcaré sub-objetivos. Aunque a veces los objetivos que me marque sean a largo plazo, voy a ponerme pequeñas metas más fáciles y rápidas de conseguir, que me hagan más ameno el camino hasta el objetivo futuro que me haya planteado.
  4. Seré más agradecido conmigo mismo. Sea cual sea el acto que haya hecho durante el día (hacer sonreír a alguien, ayudar a quien lo necesite…) me lo agradeceré igual que agradezco a la vida por cada día que me permite amanecer junto a las personas que más quiero.
  5. Continuaré siendo honesto. Los años me han demostrado que la verdad es necesaria para tener una buena salud mental y para establecer relaciones basadas en la confianza.
  6. Haré más deporte. He comprobado que practicar deporte antes o después de una jornada estresante me ayuda a relajarme y poder estar más tranquilo.
  7. Reiré tanto como pueda, y más. Las consecuencias químicas que tiene la risa sobre nuestros mecanismos nos permiten liberar tensiones. Como emoción que es, trataré de contagiar mi risa a quien esté a mi lado.
  8. Dedicaré más tiempo a mis familiares y amigos. No pienso decir un “no me apetece”. Me apuntaré a todo y no permitiré que mi agenda me controle.
  9. Me rodearé de gente positiva. Hay muchas personas positivas a mi alrededor, ¿por qué no dedicar mi tiempo a ellas en vez de estar malgastándolo con quienes no lo merecen?
  10. Seguiré siendo íntegro. Ser coherente entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago es la máxima que me caracteriza y así considero que debe seguir siendo.
  11. No me daré por vencido. Si me propongo hacer algo perseveraré hasta conseguirlo. El verdadero mérito a veces no es haberlo conseguido, sino el haber sido capaz de afrontar y superar los obstáculos y dificultades que por el camino uno se ha ido encontrando.
  12. Desconectaré cada vez que pueda. Viajaré, leeré, escribiré, escucharé música… Se trata de salir de la burbuja diaria para oxigenarme y volver a entrar con energía y renovado.
  13. Seré más paciente. Me toca predicar con el ejemplo y si llevo un año diciendo en mis escritos que hay que disfrutar del ahora y no de lo que se espera del mañana porque éste nunca se sabe si llegará, es momento de disfrutar día a día y momento a momento de lo que esté haciendo y con quienes lo esté haciendo sin obsesionarme por llegar cuanto antes al final.
  14. Voy a pensar siempre de manera positiva. Haré del limón limonada y pase lo que pase pensaré que un error o un contratiempo es siempre una lección.

    ¡Dicho queda!
    Ahora sólo me queda desearte un Feliz Año Nuevo 2014