miércoles, 25 de marzo de 2015

Accidente aéreo: la crueldad de quienes no merecen ser llamadas "personas"

El terrible accidente aéreo del vuelo 4U9525 de la compañía Germanwings que cubría el recorrido Barcelona - Düsseldorf ha generado en millones de personas una consternación que nos traslada, por un lado, a pensar en el sufrimiento de esas 150 víctimas durante los minutos previos al accidente (aunque se desconozcan aún las causas) y, por otro, al padecer de las familias de los pasajeros fallecidos que acaban de iniciar un duro proceso de duelo.

Hasta aquí lo normal, cualquier ser humano con una inteligencia emocional mínimamente desarrollada es capaz de ponerse en el lugar de todos aquellos a quienes por desgracia la vida les ha puesto ante esta situación.

Me avergüenza, y por ello comparto estas reflexiones con vosotros, el saber que entre nosotros hay ciertos individuos que han aprovechado la tragedia para lanzar a través de las redes sociales mensajes de odio y discriminación hacia las víctimas. ¿Qué clase de valores, si es que los hay, tienen estos sujetos? Se me hace difícil responder.

Por si no sabéis de qué hablo os adjunto algunos de estos mensajes que ya se han convertido en spam y están siendo denunciados por muchos internautas entre los que me incluyo.


Con esa misma impotencia me he quedado yo al leer estos comentarios. No por ser catalán, ni mucho menos, pienso que ante situaciones de este tipo ocurran en Cataluña, en Madrid, en Andalucía, en Europa o en la isla más remota del Pacífico Sur, las ideologías deben quedar en último plano, dejando paso a lo verdaderamente importante e incuestionable: que se trata de personas, de familias enteras destrozadas, que simplemente han tenido la mala suerte de estar en el lugar y momento inadecuados.

Los valores morales que nos hacen crecer como personas y convertirnos en seres dignos deben ver multiplicada su presencia cuando nos encontramos ante situaciones como la acontecida en el día de ayer. Las personas actuamos con respeto, bondad, generosidad, solidaridad, altruismo… de una manera prácticamente inconsciente tras activarse procesos internos y desarrollados a lo largo de nuestra educación y experiencia, como es por ejemplo la empatía. Y me vuelvo a preguntar, ¿de verdad han sido conscientes de la maldad y crueldad que emitían con estos mensajes? Ahora mismo tampoco sabría dar respuesta.

Me queda el consuelo de saber que los Mossos d’Esquadra y el Ministerio del Interior están persiguiendo a estos delincuentes morales a través de los medios por los que han hecho difusión de estos comentarios. Deseo que la Justicia como institución, y como otro de esos valores que todo ser humano debiera tener incorporado en su chip, actúe con ellos de la manera que se merecen y activen las medidas necesarias para que se les eduque moral y socialmente conforme a los mínimos exigidos en cuanto a ética se refiere.

No quiero finalizar esta reflexión dando mi pesar y ofreciendo todo mi apoyo a los familiares de las víctimas de esta tragedia.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Rompiendo algunos mitos de la Marca Personal

Si ya te han aconsejado que debes trabajar tu marca personal o branding y no sabes por dónde empezar quizás te ayude saber que este término que últimamente está tan de moda no es algo nuevo, sino que es algo que siempre ha existido y al que se le ha dado nombre.

Con este artículo quiero tranquilizarte y ayudarte a ordenar lo que sobre Marca Personal puedas estar pensando, rompiendo para ello algunos mitos que quizás te desorientan más que ayudan.


El Branding o Marca Personal no depende de los demás, sino que depende sólo de ti

De los demás sólo depende la interpretación que hagan sobre lo que tú les proyectas, pero sobre la interpretación de los otros no puedes tener influencia pues eso sólo depende de cada uno de ellos.

No se crea y ya está. 

La marca personal no trata solamente de crear un logotipo, un eslogan o una imagen, sino que para descubrirla primero, potenciarla después y mantenerla donde quieras se requiere tiempo, trabajo, dedicación, constancia y esfuerzo continuos.

No se trata de crear un nuevo yo. 

Para nada debes pensar que una marca personal se tiene que empezar de cero creando un personaje que dista poco o mucho de quien realmente eres. La marca personal la llevas contigo, eres tú y te representa a ti tal y como eres, con tus valores, tus creencias, tus defectos y tus virtudes. Eso no quita que la marca personal puedas trabajarla y hacerla evolucionar, pero para ello tendrás que empezar desde tu interior antes de que los cambios se reflejen fuera.

No te va a hacer famoso ni rico. 

Una marca personal no te hace famoso, poderoso ni rico. Como decía, la marca personal la tiene toda persona desde que nace y no cualquiera es famoso o rico. No hay mejor definición para entender esto que la de “marca personal es la impresión que damos o la huella que dejamos en los demás”. Está claro que todos dejamos huella en alguien desde el mismo momento en el que venimos a este mundo.

No depende sólo de unas conductas concretas. 

No se trata de ser actor o actriz en ciertos momentos y aparentar un “yo” distinto al que realmente eres. Todos tus comportamientos, actitudes, habilidades, valores, creencias… forman parte de tu marca personal, independientemente que tengan lugar en un entorno privado y personal o en un entorno público y profesional.

No es difícil. 

Aunque sea laborioso por la permanencia que debe tener en el tiempo, la gestión de la marca personal no es algo para lo que haya que estudiar ni tener una formación concreta. Todos podemos identificar cuáles son nuestros puntos fuertes y apoyarnos en aquel o aquellos que creamos serán favorecedores para alcanzar el objetivo personal o profesional que nos propongamos.

lunes, 9 de marzo de 2015

El sentido del humor y el trabajo no están reñidos

El sentido del humor es un gran aliado en los equipos de trabajo y especialmente si se llevan a cabo en entornos que a priori pueden resultar incómodos. Del mismo modo que el sentido del humor debe existir en las relaciones que establecemos con nuestros más allegados, tampoco está de más ponerlo en práctica en las relaciones con compañeros, jefes y subordinados, tanto así como con nuestros clientes.

Trabajar y divertirse no son incompatibles, sino todo lo contrario. Ambas forman una pareja de baile capaz de triunfar con cualquier estilo y en cualquier contexto. En muchas empresas que nacieron durante la segunda mitad del siglo pasado, por cultura empresarial, sigue muy arraigado el temor y el mito que hace asociar humor con no trabajo.

Para quienes lo experimentan y quienes lo implantan en su día a día lo ven sin duda como un valor añadido que impregna todos y cada uno de los rincones de la empresa, atravesándola y llegando a manos del último receptor del bien o servicio: el cliente.

Podríamos hacer una lista de los beneficios que tiene el uso del sentido del humor en cada uno de nosotros como personas/empleados, en los grupos de trabajo de los que formamos parte y en la imagen que hacia los demás proyectamos. Algunos de estos beneficios son:
  • Reduce el estrés
  • Permite tener instantes de desconexión en la tarea y retomarla con cierta energía
  • Cohesiona a los equipos de trabajo
  • Aúna el sentimiento de que todos pertenecemos al mismo barco, contagiando emociones positivas y la motivación entre los que comparten esos momentos de risa
  • Optimiza la comunicación interna
  • Permite oxigenar el clima laboral, creando un entorno de trabajo más agradable
  • Fortalece las relaciones con los clientes, potenciando la venta
  • Refuerza cualquier marca, transmitiendo cercanía y humanización a sus clientes
  • Le quita hierro al asunto en situaciones difíciles, cuando las opiniones de cara a un proyecto no son compartidas y toca buscar puntos de entendimiento o incluso cuando hemos fallado en la toma de decisiones y nos toca afrontar errores y encontrar soluciones
  • Inhibe nuestros cerebros y permite que seamos más creativos y productivos en lo que hacemos


Tomarse las cosas con humor no sólo ayuda a nuestra propia salud mental, sino que contribuye a potenciar el positivismo en los equipos de trabajo y aporta beneficios a la empresa en tanto ésta refleja lo que en ella se vive, proporcionándole una ventaja competitiva que es en definitiva lo que cualquier empresario y cualquier empleado pretende alcanzar para asegurar estabilidad y durabilidad de la organización y de quienes en ella trabajan.


El sentido del humor es una opción de vida, por lo tanto no podemos imponerlo ni obligar a nadie que lo lleve consigo allá donde vaya. Pero lo que no debemos hacer es negárselo a quien lo tiene, porque está aportando valor positivo a lo que hace, a aquello que podría convertirse en una rutina aburrida y pesada.