miércoles, 18 de marzo de 2015

Rompiendo algunos mitos de la Marca Personal

Si ya te han aconsejado que debes trabajar tu marca personal o branding y no sabes por dónde empezar quizás te ayude saber que este término que últimamente está tan de moda no es algo nuevo, sino que es algo que siempre ha existido y al que se le ha dado nombre.

Con este artículo quiero tranquilizarte y ayudarte a ordenar lo que sobre Marca Personal puedas estar pensando, rompiendo para ello algunos mitos que quizás te desorientan más que ayudan.


El Branding o Marca Personal no depende de los demás, sino que depende sólo de ti

De los demás sólo depende la interpretación que hagan sobre lo que tú les proyectas, pero sobre la interpretación de los otros no puedes tener influencia pues eso sólo depende de cada uno de ellos.

No se crea y ya está. 

La marca personal no trata solamente de crear un logotipo, un eslogan o una imagen, sino que para descubrirla primero, potenciarla después y mantenerla donde quieras se requiere tiempo, trabajo, dedicación, constancia y esfuerzo continuos.

No se trata de crear un nuevo yo. 

Para nada debes pensar que una marca personal se tiene que empezar de cero creando un personaje que dista poco o mucho de quien realmente eres. La marca personal la llevas contigo, eres tú y te representa a ti tal y como eres, con tus valores, tus creencias, tus defectos y tus virtudes. Eso no quita que la marca personal puedas trabajarla y hacerla evolucionar, pero para ello tendrás que empezar desde tu interior antes de que los cambios se reflejen fuera.

No te va a hacer famoso ni rico. 

Una marca personal no te hace famoso, poderoso ni rico. Como decía, la marca personal la tiene toda persona desde que nace y no cualquiera es famoso o rico. No hay mejor definición para entender esto que la de “marca personal es la impresión que damos o la huella que dejamos en los demás”. Está claro que todos dejamos huella en alguien desde el mismo momento en el que venimos a este mundo.

No depende sólo de unas conductas concretas. 

No se trata de ser actor o actriz en ciertos momentos y aparentar un “yo” distinto al que realmente eres. Todos tus comportamientos, actitudes, habilidades, valores, creencias… forman parte de tu marca personal, independientemente que tengan lugar en un entorno privado y personal o en un entorno público y profesional.

No es difícil. 

Aunque sea laborioso por la permanencia que debe tener en el tiempo, la gestión de la marca personal no es algo para lo que haya que estudiar ni tener una formación concreta. Todos podemos identificar cuáles son nuestros puntos fuertes y apoyarnos en aquel o aquellos que creamos serán favorecedores para alcanzar el objetivo personal o profesional que nos propongamos.

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